(NC&T) Los científicos se han basado en la utilización del CO2 en estado supercrítico como una alternativa ante disolventes más problemáticos empleados para extraer los líquidos oleaginosos de las algas.
Para ello, hacen crecer la especie Botryococcus braunii en un fotobiorreactor, luego la bombean hacia un recipiente presurizado y allí emplean el CO2 en estado supercrítico para extraer los lípidos. El aceite flota hacia la superficie, y el material vegetal, ya sin vida, se hunde hacia el fondo del recipiente.
Su experimento ha obtenido un buen resultado como demostración del concepto. El próximo paso será refinar el proceso.
La popularidad como disolvente del CO2 en estado supercrítico está aumentando en muchas áreas a causa de su baja toxicidad y el escaso daño que provoca en el medio ambiente.
El biorreactor del experimento. (Foto: University of Arizona)
"Estado supercrítico" significa que el CO2 es mantenido en forma líquida al ser comprimido, a temperaturas en las que normalmente existe en estado gaseoso. El CO2 en estado supercrítico se comporta como un gas por el hecho de que puede atravesar las membranas celulares de las algas, aunque sea un líquido. Una vez allí crea la presión suficiente para romper la pared celular, liberando los líquidos oleaginosos.
Aunque parece que las algas, dándoles la oportunidad, crecerán en cualquier parte, los investigadores comprobaron que la Botryococcus braunii en particular es especialmente buena cuando se encuentra en las condiciones óptimas. Las algas crecen mejor en el intervalo de temperaturas que va desde los 22,7 grados centígrados hasta los 23,9, pero los investigadores se las ingeniaron para cultivarlas en la cámara de un biorreactor, en un invernadero donde la temperatura oscilaba entre 22,7 y 32,2 grados centígrados. Constataron que cuanto más fría es el agua, más aceite producen las algas (hasta el 50 por ciento de su peso), en tanto que cuanto más caliente es el agua, más rápido crecen, así que, hasta cierto punto, una cosa compensa la otra.
Algunos científicos creen que algas similares a la Botryococcus braunii pudieron haber producido muchos de los yacimientos más grandes de petróleo, bajo las condiciones adecuadas de calor y presión, y con el tiempo necesario.
Publicado en http://www.solociencia.com/quimica/08072903.htm
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