(NC&T) Elena Piletska de la Universidad de Cranfield, y sus colegas, utilizaron materiales parecidos al plástico diseñados a propósito para absorber las sustancias que las bacterias producen y transmiten a las otras como mensajes.
Tal como advierten los investigadores, más y más bacterias que provocan enfermedades están desarrollando resistencia a los efectos de los antibióticos.
El problema ha suscitado en la comunidad científica la urgencia de buscar nuevos antibióticos y desarrollar métodos completamente nuevos de hacer frente a bacterias que han causado millones de muertes a lo largo de la historia de la humanidad.
Un método cada vez más prometedor es el de bloquear las señales químicas que las bacterias usan para comenzar infecciones, un proceso de señalización llamado "detección de quórum".
Los científicos diseñaron plásticos especiales, similares a los que los dentistas usan para reparar dientes dañados, con el fin de capturar moléculas de señalización en los experimentos de laboratorio, cortando las comunicaciones a las bacterias, y saboteando así sus intentos de organizarse y poner en marcha una infección.
Los plásticos también reducen, tal como se ha comprobado en esos experimentos, la capacidad de las bacterias para formar biofilms. Las bacterias forman estas capas viscosas dentro de los tubos de uso clínico, las tuberías de suministro de agua y otras superficies, y las usan como refugio para crecer y reproducirse.
Publicado en http://www.solociencia.com/biologia/10062104.htm
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