viernes, 18 de septiembre de 2009

BID crea red de centros de desarrollo tecnológico en Centroamérica y República Dominicana para impulsar la biotecnología


Noticintel - Región
Noticintel 2009-09-16

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) facilitará la creación de una Red de Centros de Desarrollo Tecnológico para Centroamérica como parte de una estrategia regional que busca definir políticas, atraer inversiones, y crear incentivos y mecanismos de colaboración academia-gobierno-empresa.

La creación de la Red fue anunciada en el marco del Diálogo Regional de Innovación, Ciencia y Tecnología que organizó el BID en la ciudad de Monterrey (México) la semana pasada.

“La bioeconomía es una economía en la que la biotecnología contribuye significativamente a la producción de bienes y servicios. Este concepto ha adquirido gran relevancia por su potencial de generar productos innovadores a partir de los recursos naturales y la biodiversidad que a su vez puedan responder a los grandes retos económicos, sociales y ambientales que enfrentamos hoy”, señaló Flora Montealegre Painter, Jefa de la División de Ciencia y Tecnología del BID.

El desarrollo inicial de la Red será financiado con una cooperación técnica no reembolsable del BID por US$250.000, y con recursos de contraparte adicionales que serán proporcionados por los 10 centros que conforman la Red:

• Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua.

• Centro de Biología Molecular de la Universidad Centroamericana.

• Instituto Nacional de Biodiversidad de Costa Rica.

• Instituto de Investigación Científica Avanzada y Servicios de Alta Tecnología de Panamá.

• Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales.

• Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social.

• Centro Nacional de Ciencias y Tecnología de Alimentos de Costa Rica.

• Fundación Hondureña de Investigación Agrícola.

• Instituto Nacional de Tecnología Agrícola de Nicaragua.

• Instituto Conmemorativo Gorgas de Panamá.



Centroamérica posee el 9 por ciento de la biodiversidad mundial en un área que representa apenas 0.3 por ciento del territorio del planeta. Los centros de investigación procurarán lograr un mejor aprovechamiento de esta biodiversidad para el desarrollo de nuevos productos y procesos aplicados a la agroindustria, farmacia, silvicultura, acuacultura y biología, sectores con alto potencial de contribuir al crecimiento económico.

Existen experiencias exitosas de colaboración tecnológica en México tales como la del Centro de Biotecnología FEMSA del Tecnológico de Monterrey, el cual vincula la investigación a los problemas y demandas del mercado y la de lograr financiamiento del sector privado a estas iniciativas. La Fundación FEMSA y el BID discutieron oportunidades de colaboración para la Red de Centros por parte del Centro de Biotecnología FEMSA. Otra experiencia que ha inspirado este proyecto del BID es la de la Alianza Mexicana para las Ciencias de la Vida que presta asistencia a cuatro centros biotecnológicos en Cuernavaca, Monterrey, Irapuato y Guadalajara.

Además de la Red de Centros se están implementando otras iniciativas importantes de colaboración tecnológica en la región centroamericana. Recientemente se creó en Costa Rica el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot) para el desarrollo de procesos biotecnológicos a gran escala, y en Panamá el nuevo ministro de Ciencia y Tecnología, Rubén Berrocal, informó sobre el inicio de la construcción de una estación científica en la antigua isla penal de Coiba, rica en biodiversidad comparable a Galápagos y la expansión del proyecto Ciencia contra la Pobreza. Igualmente EMBRAPA, el centro de investigación agrícola más importante de Brasil, ha anunciado la instalación de una oficina para el desarrollo conjunto de proyectos de investigación y transferencia tecnológica en la región.

En el Diálogo convergieron expertos internacionales de universidades en Estados Unidos, altos funcionarios de gobierno como el Secretario Nacional de Ciencia y Tecnología de Panamá, Rubén Berrocal; la Viceministra de Ciencia y Tecnología de El Salvador, Erlinda Handal Vega; y representantes de importantes centros de estudio de Centroamérica y Brasil.

Los participantes concluyeron que para lograr que la biotecnología sea una alternativa económica efectiva es necesario que sea parte de una estrategia nacional de investigación y desarrollo, que los gobiernos elaboren las políticas e incentivos necesarios, que se pueda mostrar el impacto y los beneficios directos de las innovaciones, y que se aumente y focalice la inversión pública y privada en proyectos biotecnológicos rentables.

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